Las vestales dentro de la sociedad romana y las fiesta de La Vestalia

Hola, queridos/as amigos/as del mundo romano:

Este mes de junio, según el calendario romano, se festejaban Las Vestalias. Una celebración en honor a la diosa Vesta, que iba del 7 al 15 de junio. Por este motivo, voy a hablar un poco sobre este acontecimiento y de esas mujeres que eran llamadas, las vestales. 


Las vestales desde prácticamente su existencia hasta la extinción del sacerdocio fueron siempre seis mujeres a cargo del cuidado del fuego sagrado y de otros ritos. Eran escogidas por el Pontífice Máximo mediante el ritual de la captio entre una edad de seis y diez años y procedían de las familias más prestigiosas de Roma. Después de un servicio de 30 años,  podían abandonar el sacerdocio de forma voluntaria frente a los demás sacerdotes que eran vitalicios, pero la mayoría no lo hacía. No obstante su número varió a lo largo de su historia. La tradición atribuye su creación a Numa que según Plutarco eligió primero a dos vírgenes, luego otras dos más. Tiempo después Servio Tulio, sexto rey de Roma, creó dos puestos más. Tres siglos más tarde de Plutarco, en el siglo IV la Expositio totius mundi describe a siete vestales.

Cuatro objetivos tenían las vestales:
1. mantenerse vírgenes durante las tres décadas que duraba su sacerdocio bajo pena de muerte si rompían el voto, 
2.mantener vivo el fuego sagrado del templo de Vesta en el Foro –la responsable de la extinción era castigada a golpe de vara-, 
3.realizar rituales durante el calendario de fiestas, 
4. y cuidar y mantener el templo, así como realizar labores más propias de un ama de casa que de un sacerdocio. 

Las fiestas del calendario romano no eran las únicas actividades que llevaban a cabo las sacerdotisas. Diariamente debían limpiar el templo de Vesta. A veces, debían elaborar distintas sustancias sacras para los rituales. Y sobre todo, y más importante, custodiar el aedes Vestae, los objetos sagrados del penus y manteniendo encendido el fuego sagrado. En el mes de marzo, se renovaba el fuego y con esto se cerraba y abria un ciclo. Entonces,  el fuego del templo se reencendía con la fricción de ramas de árboles que dieran frutos (arbor felix), algo que en la religión romana era relevante pues eran usados por otros sacerdocios. El deber de las vestales era preservarlo durante todo el año con el peligro de que, si se apagaba, la vestal de guardia era castigada por el Pontífice Máximo mediante el fustigamiento con varas.

Es probable que las vestales no fueran el sacerdocio más antiguo de Roma, pero sus elementos arcaicos si las hacen uno de los más antiguos, más cercano a los flámines que a sacerdocios como los pontífices. Las vestales surgen en primer lugar vinculadas al fuego del aedes vestae que siempre fue visto por los propios romanos como un símbolo de la integridad y seguridad de Roma. 

La arqueología en torno al templo de las vestales:

Los elementos arqueológicos más antiguos de la zona del Foro que coinciden con las vestales están datados entre la segunda mitad del siglo VII a. C. y el inicio del siglo VI a. C.  "Hacia la misma época se pueden encontrar lo primeros restos vinculados a las vestales. 
Así la zona de culto de las vestales se puede vincular al nacimiento mismo de la comunidad, siendo un culto vinculado a la creación de la zona pública de la ciudad. En la zona en la que más tarde se levantaría el aedes y el atrio (la casa) de las sacerdotisas se documenta la existencia de pozos de desperdicios -objetos rotos la mayoría- que se relacionan con las actividades de las vestales. Aunque los objetos encontrados son propios del ámbito doméstico (molino manual, recipientes, etc) y, por tanto, podrían venir de una casa, las vestales estaban muy ligadas a las labores domésticas y, por tanto, los arqueólogos vinculan los restos con las sacerdotisas." (Gispert Blanco, p. 17)
La zona del templo de Vesta se documenta un altar hacia el final del siglo VI a. C. que los arqueólogos relacionan con la zona de la Regia. El altar sufrió transformaciones hasta finales de era republicana cuando la zona se vuelve a pavimentar y se cubre con travertino.
Los restos de un edificio al que poder llamar aedes son posteriores al siglo VI a. C. Los restos más antiguos del templo que actualmente se conserva provienen del siglo III a. C. entre los que se encuentran piezas de tufo del Anio y Grotta Oscura.


Fiesta de las Vestalias:

Eran las fiestas centradas en el culto de Vesta. Pese al carácter central del fuego del templo como el elemento de la estabilidad y la cohesión del Estado, estas fiestas estaban protagonizadas solo por las vestales -sin participación masculina- y por las matronas de la ciudad. Como otros días del año la semana del 7 al 15 eran días religiosi y se prohibían las bodas, negocios, cuestiones políticas, etc. No obstante, en oposición a las fiestas de carácter fúnebre del mes anterior en las Vestalias coincidían varias festividades que no eran necesariamente serias. 
En cualquier caso la información que tenemos no es amplia, pero al menos no es desconocida. De lo que se sabe es que el 7 de junio hasta el 15 del mismo mes, se abría el sagrado templo del Foro donde las sacerdotisas custodiaban el fuego. El resto del año solo ellas mismas y el Pontífice Máximo tenían vía libre al templo y entrar en él era tomado como sacrilegio probablemente por la importancia del lugar.
En las Vestalias, no se sabe exactamente lo que ocurría en esta semana. En general se piensa que eran rituales de purificación, debido principalmente a la actividad llevada a cabo el último día de la semana, la limpieza del aedes (templo). También, se realizaban peregrinaciones al templo de la diosa Vesta por parte de matronas descalzas. 
Lo más curioso ocurria el 15 de junio, en donde se llevaba a cabo la limpieza del fondo de Vesta. Se purificaba el lugar, sacando los desperdicios del resto del año. No se sabe bien que limpiaban, pero también podrian haberlo hecho de manera "simbólica". Más probable es que se limpiaran cenizas, basura, hollín para evitar los incendios que en más de una ocasión destruyeron el aedes. 
Las vestales limpiaban diariamente el templo con agua natural de lugares sagrados, ya fueran ríos o manantiales. El agua era llevada en vasijas con fondos cóncavos ya que no podía tocar la tierra, ni se agarraba la de acueductos. 

La relación de La Vestalia con la fiesta de los panaderos

El 9 de junio la fiesta era más popular, era la fiesta de los panaderos y los molineros, por su relación con el fuego puesto que lo utilizan en los hornos para hacer el pan. Adornaban a los asnos, ayudantes de su trabajo y también las ruedas de los molinos con coronas de violetas y panecillos.
El asno participa de la fiesta por su actividad en la molienda del grano, pero también por ser el animal consagrado a la diosa Vesta. Cuenta el mito qu,  tras un banquete al que asistieron los dioses, la diosa Vesta se quedó dormida y estuvo a punto de ser violada por el borracho Príapo. El rebuzno de un asno la puso en guardia y sus gritos le hicieron huir. La relación entre Vesta y los panaderos se podría deber simplemente a la vinculación del fuego del hogar en el que se horneaba el pan de las familias y su fosilización de algún modo en las vestales y en la Vesta pública. Del ámbito privado más arcaico se pasaba al público en el que los panaderos y las familias con el tiempo ya habían adoptado el uso del trigo. Vesta seguía siendo la diosa del fuego del hogar en ambos casos y mantendría por tanto su relación con el horneado del pan ya en las panaderías, independientemente de la antigüedad del cereal o de que no aparezca algún vínculo en los Fornacalia.




Fuente:
Gispert Blanco, Sergio (2015) "Las sagradas sacerdotizas de Vesta" Universidad de Zaragoza

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